domingo, 22 de julio de 2007

Capitulo 3

Llegó a casa, cansada de esperar, coloco el cristal sobre la mesa, y comenzó a alinear toda la droga, cogió un billete, lo enrollo, y esnifo un gran tiro antes de tumbarse a pensar en Jorge. No recordaba su cara, sin embargo todo lo demás se le había marcado a fuego en la piel.
El móvil vibraba en el bolso sin cesar, Penelope, se levanto de la cama, era su novio, no sabia que buscaba ahora de ella, estaba tan cansada de aguantar a alguien semejante, la desequilibraba. Le envió un mensaje de texto a su móvil que ponia lo siguiente:

Estoy en una cena, te aviso cuando salga, ¿sabes cuanto tiempo llevas sin hacerme el amor? Tenemos que hablar

Y comenzó a desear con mucha fuerza, que Jorge llamara a la agencia, que pudiera verlo de nuevo, tocarle, amarle, hablarle, se había quedado impregnada de el hasta en el ultimo milímetro de piel. De esa piel que el halago comparando su suavidad con seda.

Se quedo dormida ya al amanecer, las sabanas estaban echas un lió, envueltas en sus piernas, la dolía la nariz, todo olía raro, la amargura de la cocaína aun bajaba por su garganta.

Lentamente guió sus pasos a la nevera, saco una botella de zumo natural que reposaba allí, y bebió a morro todo lo que pudo, mientras esas caricias, esos besos, esas frases taladraban su cerebro una y otra vez.

El teléfono estaba lleno de llamadas perdidas, sin atender, mensajes sin contestar.
Aullidos al otro lado del teléfono:

Llevo llamándote toda la noche no te localizo y no se donde estas, dime algo ya. O si no tienes de plazo hasta las tres de la tarde, pq alguien ocupara tu lugar. Carlos.

Marco el número de Carlos, la voz llego a ella...

dígame?

Si te digo, VETE A LA MIERDA.

Pero Penelope, ¿que te ocurre ahora?

Que no te aguanto, que odio tus ausencias, tus malas palabras, que no me gusta como me lo haces, que odio no poder sentirme bien a tu lado. Ya sabes nunca se está a la altura de un Dios.

Colgó el teléfono, y se quedo colgada de la lampara, pensando que hacer con Jorge.
Podía ir a su casa, dejarle una nota al portero o meterla directamente en el buzón, pero eligió esperar la llamada de el a la agencia.

2 comentarios:

Paco Becerro dijo...

Para inaugurar los comentarios de este blog. Estas en muchos sitios...

Viviendo sin ti dijo...

Gracias querido futuro.. gracias por ser el primer comentario de este blog... besos