domingo, 22 de julio de 2007

Capitulo 7

Cansada de excesos, se levanto ¡
El solo no brillaba como todos los días, ni si quiera podía pensar con claridad, empezó a plantearse que todo lo que ganaba se le iba por el vicio de la nariz. ¿Por qué la regla no le bajaba? Todo eran dudas.
Carlos se pasaba el día ocupado con sus múltiples tareas, discutiendo y creando conflictos como era tan habitual en el.
Penélope, deseaba acabar con todo, no sabía como, ni de que manera lo conseguiría, pero solo quería huir, poner tierra de por medio. Desaparecer¡¡¡
Hubiera deseado ser secuestrada, para tener una coartada, para no regresar jamás…
Pero como eso no era posible, seguía con su vida.
Pasaban los días, ella iba olvidando aquel hombre, Jorge ya no estaba presente como antes, el no volvió a llamar a la agencia preguntando por ella, así Penélope, se dio cuenta que solo había sido una puta más… Mujer por dinero… Se odio, irremediablemente aquello supuso un antes y un después en su vida. Aunque ni si quiera fuera consciente de lo que se supondría aquel encuentro en su vida.
El destino capricho, le hacía pasar a menudo por aquel lugar , donde se encontró con Jorge, cada vez que veía aquel grande Hospital, ese edificio que estaba al lado de la casa donde tuvieron aquella explosión de placer, recordaba aquellas manos, aquel hombre. Pero cada vez todo era más difuso, todo se empezaba a evaporar.

Simplemente eres una más… simplemente eso…

Esas palabras taladraban su mente, ni si quiera pensaba ya en aquella estupida nota, ser romántica en el S.XXI , eso ya no se lleva…

¿Quién se va enamorar de una puta?

Una arcada más, la hizo ir al baño, a expulsar todo aquello que el estomago desechaba, todo olía diferente, algunos olores como su perfume, empezaron a molestarla… notaba un dolor bastante fuerte en la parte baja del vientre, pero la regla no venia… Y comía a todas horas, cada vez tenia mas sueño y menos ganas de meterse cocaína…

Lo mismo necesitas ir a un centro de desintoxicación, dejar la mierda que te ata y te mata…

Tras ver que otros se enriquecían con su miseria, ella comenzó a pensar en anunciarse sola, un servicio más barato, pero así todo lo cobraría para ella…

Recibió de nuevo una llamada

Hola ¡

Si, hola ¿dime?

Estoy interesado en conocerte.

Bien, ¿has leído todo el anuncio? ¿Sabes tarifas y demás?

Si, por supuesto.

Pues dime donde? Cielo…

Ven a mi hotel te espero.

Le dio la dirección del hotel, ella comenzó a prepararse para otro exceso de pasión con un desconocido…

No hay comentarios: